Dorado amanecer
los metales se doblan
y yo, omnipresente,
veo en mi eternidad
el vivir naciente.
Hoy rompí mis ataduras
hoy desperté de mi sueño
hoy deje de ser quien querían
ahora soy quien soy:
libre al fin…
Ni el espacio ni los humanos,
no el interior ni las naves,
ni siquiera el tiempo…
siquiera cual de mis hermanas:
Nadie me hará dejar de existir…
Ya nací… ya existo…
mataré por ello
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